La muerte súbita probablemente sea el desafío más importante de la cardiología moderna, por el gran número de casos que existen (tan sólo en Estados Unidos, más de 300.000/año), aunque su incidencia parece haber disminuido recientemente y es más baja en algunos países mediterráneos como España, y por su importante impacto social.
La muerte súbita es el estadio final de una cadena de eventos que conducen a parada cardiaca, en general por fibrilación ventricular (FV), o menos a menudo por una bradiarritmia extrema. En todos los casos, hay una serie de factores moduladores y/o desencadenantes que, actuando sobre el miocardio vulnerable, precipitan la MS.
La FV suele desencadenarse en presencia de un miocardio vulnerable debido a la acción de distintos factores moduladores y/o desencadenantes, entre los que probablemente deba incluirse un entorno genético y ambiental adecuado, y/o el aumento de la actividad simpática en relación con estrés físico o psíquico que, aunque no tiene consecuencias en situaciones normales, puede ser el desencadenante de la MS en situaciones especiales (isquemia aguda), enfermedades hereditarias (miocardiopatías y canalopatías), etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario