La muerte de un ser querido afecta a nuestra salud y de un modo mayor del que se pudiera suponer. Científicos norteamericanos han concluido que el riesgo de infarto aumenta durante el período de duelo que se vive tras el fallecimiento de un ser querido.
El estrés psicológico puede aumentar el ritmo cardiaco. Lo han observado investigadores de la Universidad de Harvard (EE UU). De hecho, aseguran que durante la primera semana las probabilidades de infarto son hasta seis veces superiores que en una situación normal. El mayor peligro se presenta justo el día después de la pérdida, ya que el riesgo de infarto aumenta 21 veces. También muestra que, a largo plazo, los cónyuges afectados por la pérdida tienen más riesgo de morir de enfermedades cardiacas o accidentes cerebrovasculares.
El estrés psicológico puede aumentar el ritmo cardiaco. Lo han observado investigadores de la Universidad de Harvard (EE UU). De hecho, aseguran que durante la primera semana las probabilidades de infarto son hasta seis veces superiores que en una situación normal. El mayor peligro se presenta justo el día después de la pérdida, ya que el riesgo de infarto aumenta 21 veces. También muestra que, a largo plazo, los cónyuges afectados por la pérdida tienen más riesgo de morir de enfermedades cardiacas o accidentes cerebrovasculares.
Factores que lo explican
Duelo de un ser querido |
La relación puede estar provocada porque cuando una persona está en proceso de duelo suele dormir poco, perder apetito y aumentar los niveles más altos de cortisol, una hormona que se libera cuando se sufre estrés. Además, el estrés psicológico causado por el sufrimiento intenso puede aumentar el ritmo cardiaco, la presión arterial y la coagulación de la sangre.